A principios del pasado mes de julio, el país más joven del mundo celebraba su sexto aniversario. Aunque en realidad hay poco o nada que celebrar. El país está sumido en una guerra civil, que ya ha causado más de 4 millones de desplazados, las víctimas del conflicto se cuentan por decenas de miles y los niños, que suponen el 45% de la población del país, son los principales damnificados: malos tratos, abusos, desnutrición o su reclutamiento para los ejércitos son algunas de las atrocidades que se están cometiendo. Y, en medio de todo esto, el Servicio Jesuita a Refugiados. Hoy hablamos con Pau Vidal, director del Servicio Jesuita a Refugiados en Sudán del Sur.