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La Fórmula 1 es un deporte que mueve masas. En especial el piloto, cara visible de las escuderías. Quien se desliza sobre el asfalto, quien posa en los podios, quien abre botellas de champán frente a periodistas y aficionados. Sin embargo, ¿sería ético plantear a la persona con mayor visibilidad cómo la que mantiene la relevancia absoluta de un conjunto de F1? Hay mucho más. Detrás del piloto hay un equipo enorme de personas que hacen que todo funcione. La categoría que recae en la labor de personas como Fernando Acosta, ingeniero grancanario de McLaren desde hace casi una década -titulado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) - se aleja de las conjeturas. En Radio ECCA conversamos con él, con motivo de una charla que impartió en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Canarias Oriental.