Dicen de ella que fue la niña más querida de España. En 1991, un atentado de la banda terrorista ETA la dejó sin sus dos piernas y sin algunos dedos de sus manos. Desde entonces, Irene Villa es sinónimo de superación: tiene tres hijos, tres carreras universitarias, es esquiadora, periodista, conferenciante...
Ha estado en Icod de los Vinos, Tenerife, para participar en las jornadas de sensibilización sobre diversidad funcional de la asociación APREME. Allí ha lanzado un mensaje: lo que primero que hay que hacer para superar un problema es saber que se puede superar.