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La nariz gruesa, la piel morena, los ojos oscuros. Le faltaban algunos dientes por culpa de la caries. Murió con una edad entre los 25 y 30 años. Y tenía una cicatriz en la frente. ¿De quién hablamos? De una mujer que vivió en Canarias hace 1.500 años. ¿Y por qué sabemos todo esto de ella? Lo sabemos gracias a una imagen elaborada gracias a la tecnología a partir de un cráneo. La imagen más exacta del rostro de una aborigen canaria ha sido trabajo del arqueólogo Marco Moreno.