“Arminda es, en principio, una historia de amor con trasfondo sociopolítico. La novela, ambientada entre parajes canarios y vascos, se desarrolla apoyándose en recientes sucesos reales y muchos otros imaginarios. Al final resultó un relato de tintes negros adobados con un envolvente suspense y un hilo conductor: un romance con incursiones eróticas”, explica el autor.
Pero, sobre todo, Arminda es una denuncia, una rebelión contra el abuso de poder, en cualquiera de sus expresiones. Un lamento desgarrado a favor de la Paz y el mutuo entendimiento entre los seres humanos de cualquier raza, religión o expresión lingüística. Esta novela es un grito pacifista en la que, a medida que el lector se adentra, va conociendo las motivaciones personales y psicológicas de cada personaje, mientras descubre de qué parte está cada uno.
La trama desemboca en distintos desenlaces con final casi ultramundano…Pero, eso si, un final esperanzador.