El proyecto consistió en la realización de talleres de prevención del alcoholismo y tabaquismo con diferentes grupos donde los padres y/o madres pudieran encontrar un espacio para compartir sus experiencias, dudas y miedos sobre la temática a trabajar.
Estos talleres complementan la intervención global con las familias y producen un impacto social positivo en el entorno familiar, favoreciendo los comportamientos y conductas adecuadas para el desarrollo de todos los miembros de esta.
El programa tuvo como objetivo sensibilizar a 50 familias en situación de vulnerabilidad social para prevenir en la familia, a través de la realización de acciones formativas, conductas adictivas como el alcoholismo y tabaquismo.